martes, 28 de mayo de 2013

(Ya sé) de qué hablo cuando hablo de correr...

Bueno, quien dice correr dice ese trote cochinero nada estilizado que he hecho esta mañana. Han sido tres series de andar ocho minutos a buen paso y correr dos. Algo más de media hora al final hasta regresar a casa. ¿Sensaciones? Pues los primeros dos minutos literalmente pensé que me moría de un infarto. Se me han hecho larguísimos. Creo que empecé demasiado fuerte porque todavía estaba en zona muy urbana y más que correr huía de que la gente me viera. La caminata siguiente me la pasé preguntándome si iba a ser capaz de correr la segunda serie de dos minutos. Y sí, fui capaz. Me encontré mucho mejor. Con un ritmo lentito pero muy sobrellevable y sobre todo sin ninguna molestia. Al final de la tercera serie, cuando estaba corriendo, sentí un leve dolorcito debajo del tobillo izquierdo por fuera. Apenas nada, se quitó enseguida y no me dolía al andar. Creo que más bien era por la paranoia de pensar que podía hacerme daño. Pero en resumen, me he encontrado bastante bien. Ahora me encuentro cansado, con las piernas como flojas, pero contento de haber dado el primer paso.

¿Ahora qué?, ¿Eh, Murakami? ¿Ahora qué?...
De todas formas no ha sido fácil. Como sabéis soy propenso a equiparme más que un piloto de carreras antes de hacer cualquier esfuerzo físico. Es algo superior a mí lo que me gustan los cacharritos y los gadgets. Así que iba que parecía robocop. El pulsómetro, la cinta pectoral para las pulsaciones (eso no se ve), el brazalete para llevar el móvil, los cascos... hay que encender tantos cacharros antes de salir que casi estaba cansado cuando salí a la calle. Eso sí, como un pincel. Lástima que se me olvidó un detalle. Quitarme las gafas. No es buena idea correr con las gafas de pasta, es un horror, se resbalan con el sudor y parece que está uno haciendo un sketch en una película de Woody Allen (con el doble de kilos y menos de la mitad de talento que él, claro). Así que ir tan preparado no me ha servido de mucho ya que casi todo el camino he ido con las gafas en la mano. Y claro, cuando ves un corredor con todos sus detalles, pero con las gafas de ver en la mano te dices: "este tío es la primera vez que sale a correr en su vida". Y así ha sido.
Luego me he pesado y muy bien. Pero eso ya es otra historia. Lo de correr ahora mismo es muuuucho más importante para mí.

viernes, 24 de mayo de 2013

Resumen de la semana... nomeacuerdo

Con tanto parón y tanto cambio de día de peso ya estoy hecho un lío así que voy a cambiar la forma de llamar a las semanas según se me vaya ocurriendo. Al fin y al cabo llevo ya tantas que qué más da. Si es importante que haga estos resúmenes porque animan y sirven para ver qué has hecho bien y qué has hecho no tan bien.
Esta semana, por ejemplo, ha sido normalita aunque ponerme malo el domingo me ha dejado renqueante. Las comidas las he hecho bien relativamente (quizá me pasé un poco el día que comí en la calle), pero creo que sobre todo estoy pasándome en las cantidades de fruta. Como mucha fruta de verano porque parece que la he pillado con ganas. Y cuando yo digo mucha, creedme, es mucha. Aun así he perdido un kilo. Andar he andado lo típico, más de una hora diaria salteada en ir a llevar al cole a mi hija, hacer la compra, ir al trabajo, etc. Sigo sin correr aunque este fin de semana viene un amigo que me puede enseñar a usar el pulsómetro y con eso puede (puede) que me motive para salir y probarme aunque me sigue dando un poco de (bastante) corte.
Por otra parte mi mujer ha comprado un jamón. Ya conté hace tiempo una compra parecida así que ya os contaré cómo me afecta tener ahí jamoncito disponible sobre todo para desayunos y cenas. Como soy tan malísimo cortando jamón y al final desperdiciamos un montón, lo ha encargado en un sitio que te lo cortan entero y te lo envasan al vacío en cómodas raciones. Dura un montón y es mucho más cómodo para todo.

Esto es un jamón deconstruido y lo demás son tonterías.

Como retos para la semana que viene me pongo seguir así, intentar no pasarme en el fin de semana (complicado con viaje al pueblo y visita de amigos en casa), y hacer algo de ejercicio por fin. En el programa que uso para hacer el control de peso he añadido una categoría de tiempo. No es por nada en especial, creo que me motiva más perder los diez kilos que me sobran con una fecha límite que no poner fecha y que la cosa se dilate en el tiempo tanto... he puesto el 11 de agosto que es la fecha del primer post del blog. De manera que habría perdido los veinte kilos en un año con el parón y rebote en medio tan jodido. Si no lo hubiese tenido ya estaría de sobra en el peso que me había propuesto pero qué se le va a hacer.
Por último quería saludar a una nueva lectora. Es mi mujer. Me ha descubierto. Era cuestión de tiempo y yo lo sabía. No me ha dicho nada pero esas cosas se detectan en pequeños detalles. Solo quería saludarla desde aquí y desearle suerte también en su dieta, y decirle que haré todo lo posible para que también tenga tiempo para andar o ir al gimnasio. Te quiero mucho E.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Me fuerzo a escribir...

Sí, más bien es eso. Hoy miércoles he hecho otro pesaje de control y estaba en 121,7 Kg. Cien gramos más que el lunes. No es que me haya pasado mucho pero ayer comí con unos compañeros de trabajo y creo que estoy andando un pelín menos que otros días. No pasa nada. Simplemente a priori no sabía de qué podía hablaros. He descubierto unas galletas de limón del mercadona que me están sirviendo para media tarde. vienen cuatro en un paquetito y aunque no sea lo mejor me sacian bastante y me ayudan a llegar a la cena sin mucha ansiedad.

Son estas... ¿serán muy chungas?
Ayer, después de la comida de trabajo, no comí nada por la tarde y llegué frenético a casa de noche. Me preparé un picadillo con tomate, pepino, cebolla y una lata de atún y de postre comí sandía (one more time). Este medio día he hecho lentejas y la primera intención era dejarlas para la familia y comerme yo filetes de pollo a la plancha y ensalada pero al final he sucumbido a la tentación de la facilidad de meter el cucharón en la olla y ponerme un plato de lentejas. Es tan fácil de comer como de hacer. Esta mañana he aprovechado para hacer limpieza en el armario. He encontrado la camiseta famosa y me la he probado por ver... y sí, definitivamente, todavía falta un huevo.

lunes, 20 de mayo de 2013

Un espejismo...

Ayer mi mujer me dijo que la báscula está estropeada. Que se subió tres o cuatro veces y le daba pesajes desquiciados con variaciones de tres o cuatro kilos. La verdad es que a mí no me pasa. En mi caso el que está un poco desquiciado soy yo. Esta mañana me he pesado y: tachaaaaan, 121,6 Kg. Tampoco hay que echar las campanas al vuelo. Este fin de semana no me he pasado porque este fin de semana he estado más bien malo. No ha sido un malestar horroroso pero tenía como unas náuseas constantes, extrañas, un mareo... Ya, ya sé lo que estáis pensando y no, no creo que esté embarazado. Descartando eso (por ahora), pienso que debe haber sido un virus. Voy a tratar de seguir bien y no pasarme esta semana a ver si mantengo esos 121 o incluso veo ya el cerito de los 120 que me haría mucha ilusión.
Otro referente. 
Hoy ya me han dicho dos veces que estoy más delgado. Que si estoy a dieta. Me hace sentir bien. Espero que dure. Cuando volvía de llevar a la niña al colegio he pensado que mi meta (pesar 110 kilos) es realmente el peso en el que muchos tienen puesto el límite. Para cualquier otro ese peso sería un auténtico drama pero yo, ahora mismo, creo que estaría muy orgulloso de mí mismo si llego a conseguirlo.
He bajado bastante la ingesta de sandía porque mi mujer le echa la culpa de que esté malo. Todo en mucha cantidad es malo, ya lo sé.Tengo una náusea que no se me quita. Como menos, bebo aquarius, más o menos voy bien. Os voy contando.

viernes, 17 de mayo de 2013

...O no tan bien.

Esta mañana pesaba 122,1 Kg. Bien pero no tanto. Efectivamente tengo que hacer más, mucho más, para conseguir menos que antes. Y el caso es que mi sensación es que el esfuerzo (tampoco es tanto pero bueno) creo que no está sirviendo para mucho porque no lo estoy haciendo tan bien.
En el fondo no debería quejarme porque con respecto al viernes pasado son cuatrocientos gramos menos pero con respecto al lunes pasado es casi un kilo. Si no me centro es difícil. Y hoy no estoy muy centrado. Como ayer llegué a casa tardísimo y esta mañana tenía que salir muy temprano no me he podido preparar nada. He comido ahora corriendo dos tapas y cuando volvía me he comprado un kit kat que me he comido en dos patás. Ha sido un arrebato. Una necesidad imperiosa de algo con azúcar después de estas dos semanas. No sé si el fin de semana se presenta otra vez complicado o qué. Por ahora ya que vaya a llover me hace chof. Intentaré coger ánimo y volver a la buena senda. Sinceramente creo que es algo pasajero. Ya os contaré el lunes. Ainsssss!

Ahí va... y no precisamente a colgar un cuadro.
Por cierto poco a poco me gustaría ir contando otras cosas en este blog. Más que nada para que no parezca que soy un obseso de las dietas. Nada más alejado de la realidad. Aunque va de dietas y de perder peso no está de más contar cosas que he visto o que he leído y dejar constancia aquí. Ayer vi DRIVE. Una película distinta, inusual, cañera, romántica (de una forma un poco particular), violenta (a ratos), tierna, que sabe crear tensión o relajarte, con una banda sonora estupenda y donde no sobra ni una frase. Buen fin de semana.

jueves, 16 de mayo de 2013

Mañana me peso

Estoy seguro de haber titulado un post así antes pero no lo puedo remediar. No es que esté obsesionado ni nada. Pero se me ha metido en la cabeza que este tirón me va a costar más, y que tengo que hacer más esfuerzo para conseguir peores resultados. Es una tontería pero tiene que ver con los pesajes de control que hago a la semana y que no apunto. Bueno. Yo a lo mío. Lo estoy haciendo muy bien. Quizás fallo en que como demasiada fruta. Después del almuerzo (que como os digo es muy tempranero), ya solo como fruta. Intento no comer hidratos de carbono a la tarde. Un té o una menta poleo no estaría mal pero la verdad es que no se me apetece. Me como una manzana y después a la noche la sandía. Sé que no está muy bien pero por ahora es a lo que me he acostumbrado.
Hoy he ido al médico. Le he dicho que estoy a dieta y me ha recomendado asistir a unos grupos que se están haciendo con nutricionistas en el ambulatorio. Como soy muy novelero le he dicho que sí, que voy a ir, pero seguro que es por la tarde y en horas imposibles para mí. Entre lo del médico y unos mandados que tenía que hacer me he hartado de andar hoy. A lo mejor me viene bien seguir así hasta que mi propio cuerpo decida echar a correr por si solo (ya).
Atún encebollado más apañado que me he hecho hoy...
Hoy he leído una entrevista a un nota que tiene un nuevo método para adelgazar. Se trata del método Thinking. En realidad el planteamiento me parece bastante razonable aunque uno tiende siempre a mirar con recelo estos libros y métodos a priori. Si alguien conoce un poco más podría comentar. Parece que es una especie de clínica que te ofrece expertos en ejercicio (entrenador personal), psicología y nutrición. Así de primeras parece estupendo aunque creo que lo ideal es que nosotros mismos tengamos la suficiente fuerza mental para tener dentro de la cabeza a un entrenador (un yo que te dice que te levantes del sofá), un psicólogo (un yo que te anima y no deja que te dejes llevar por la ansiedad), y un nutricionista (que es un yo que se preocupa por saber qué es lo que comes y cómo lo comes).
Como os dije el martes la semana se me está haciendo eterna. A ver si el finde me lo puedo tomar con más calma y no me paso mucho. Mañana os cuento.

martes, 14 de mayo de 2013

Semana rara

Se me está haciendo larga la semana. Lo sé. Estamos solo a martes. Será por eso. Ayer tuve un día malo malo por cosas que no tienen tanto que ver con los kilos y la comida. Entre otras cosas me estoy cambiando de compañía de teléfonos y me han dejado el móvil inutilizado no sé hasta cuándo. Me da coraje no solo estar sin móvil si no ser consciente de lo absolutamente dependiente que soy del puñetero aparatejo. La felicidad que supone estar ilocalizable no supera al estrés de no poder tener a nadie localizado. Una auténtica locura este tiempo en el que vivimos...
y después del rollo trascendental de hoy os diré que estoy (sigo) haciéndolo bastante bien. Ayer me traje por primera vez las lentejas al trabajo en un tupper y me organicé bien. No está el horno para gastar tanto en comer fuera. Hoy sí me he comido dos tapitas pequeñas. A media tarde no tengo nada pero como he almorzado a una hora más andaluza pues creo que aguantaré bien hasta las diez y pico que llegue a casa. Aun así debería tomar algo a media tarde... Pero ¿QUÉ?

Estoy canalizando mi amor por la sandía
Me hizo mucha gracia el comentario de Amelia ayer. Eso de que le dan ganas de animar a la chica gordita que se encuentra caminando por el parque. A mí no me pasa eso precisamente. Ahora lo que me pasa es que cuando veo a alguien con sobrepeso correr me pongo en su pellejo y, sobre todo, me comparo... pienso en si podría hacer lo mismo, en si podré hacer lo mismo. Y pensando pensando se me van los días y no echo a correr. Por ahora estoy andando. Ya os lo dije. Cuando reciba una cosa que me ha mandado mi hermano hoy mismo de London City os hago un post guapo guapo con un nuevo cacharrito que me he pillado y que tiene que ver con andar. Otro día.
Mañana me peso. Ya veremos si os lo cuento o mejor ya hago el resumen el viernes con el peso oficial. Por hoy basta de terapia. Escribid más y sed felices.




lunes, 13 de mayo de 2013

Asco de lunes

Esta mañana he salido del cuarto de baño como dios me trajo al mundo, despejado en todos los sentidos, me he subido al peso y: "123 Kg. Vaya, no ha estado tan mal. He perdido medio kilo... ¿cómo habrá pasado?". Y es que el fin de semana ha sido un poco de desfase: tortilla de patatas (mi especialidad), dos helados y una hamburguesa (pequeña)... luego he ido al móvil, donde meto el historial del peso. Y resulta que el viernes pesaba 122,5 Kg. Soy un gilipuertas monumental. El chasco ha sido impresionante por el despiste. Si hubiese tenido en la cabeza mi peso del viernes hubiera rápidamente acudido a mi vena optimista y realista: "He puesto medio kilo en un fin de semana. No está tan mal, son cosas que pasan. He podido hacer poco ejercicio, hemos tenido visitas...", pero el shock de pasar de perder-medio a poner-medio, es un auténtico rollo.

¿Cómo? ¿Obsesionado? ¿Loco? Nooooo...
Bueno. Como he dicho otras veces esto no lo apunto. Ya voy a pesarme los viernes otra vez entre otras cosas para no darme más castañazos como el de esta mañana. El viernes apunto. Ya veréis como ese día he perdido algo con respecto al viernes pasado... lo sé, soy un bocachancla irremediable. Pero tengo muchas ganas de bajar de los 120 kilos otra vez. Y lo voy a hacer antes de darme el primer chapuzón en la piscina. Por estas.

viernes, 10 de mayo de 2013

Lo estás haciendo muy bien...

... o no tan bien pero por lo menos quiero aprovechar para automotivarme ahora que la cosa está volviendo a ser favorable. Hoy peso 122,5. O sea, que he perdido aproximadamente tres kilos en diez días. Ya, ya sé que no hay que correr. Mi idea no es correr y si ves mi progresión ahí al lado verás que la media es de kilo a la semana más o menos cuando coja la velocidad de crucero.
Hay condicionantes que hacen que esté perdiendo peso de nuevo. Uno es el horario. Lo comenté ayer. Otro es la primavera. La llegada del buen tiempo. Mi bajón, o mejor dicho subidón de peso llegó en noviembre del año pasado. Con la llegada del invierno y las navidades y todo eso. No solo porque en navidad se coma más (que también) sino porque se hace menos ejercicio. También me coincidió con un cambio radical de horarios y eso me influyó. Pero lo que más influye, lo peor de todo, es estar jodido, deprimido, estresado, por cosas que no tienen que ver con comer pero que de alguna u otra forma explotan en atracones. Eso solo lo puede entender quien ha pasado por ahí.

Sigo con mi amor a la sandía... ya llegó el verano, ya llegó la fruta...
Ahora, sin embargo, tengo la mente más fresca, estoy sacando varias cosas adelante y me encuentro con fuerzas. Y no sé si ha sido el click exactamente o una orden que en algún momento le he dado a mi cerebro casi sin darme cuenta. Una orden que más o menos dice: "déjate de tonterías y hazlo en serio". Un paso sencillo, volver a cuidar lo que como, que funciona como una ficha de dominó que va empujando a otra y a otra para hacer que esté mejor.
Tengo una asignatura pendiente. Se llama correr. Peso demasiado para hacerlo en serio pero yo quiero empezar muy poco a poco. Si tengo que andar nueve minutos y correr uno estoy dispuesto para empezar. Solo tengo que vencer un estúpido sentido de la vergüenza que me mira a mí mismo desde fuera con chándal corriendo por el parque y se descojona. You Know.

jueves, 9 de mayo de 2013

Día tontorrón

No es que lo haya hecho mal hoy, pero si cambio los horarios habituales todo se trastorna. Y cambiar los horarios en mi caso no es cualquier tontería. Como estoy trabajando por la tarde suelo comer alrededor de la una. Puede que os parezca una tontería pero es una hora buenísima para una dieta. Lo que es verdaderamente una locura es comer a las cuatro de la tarde como hace (no tiene más remedio) mi mujer.
Mi horario entre semana es:
Desayuno 8 de la mañana
Media mañana a las 10:30 aproximadamente
Almuerzo 13 horas (o un poco antes)
Merienda 17/18 horas
Cena 22:30 o 23.
Como ceno tan tarde últimamente estoy tratando de comer fruta nada más para acostarme ligero. El caso es que, por ahora, la merienda también es fruta y eso tengo que limarlo un poco.
Hoy ni mi mujer ni yo teníamos que ir a trabajar así que ha sido una especie de sábado. He tomado la fruta de media mañana y el tiempo hasta la comida familiar (14:30) se me ha hecho eterno. Cuando pasa eso estoy comiendo un puñado pequeño de cacahuetes. Eso he comido alguna noche además de la sandía. Pero hoy he picado unos ganchitos de esos asquerosillos que me han sabido a gloria. No me he pasado más pero lo pongo aquí porque es absurdo y porque estaban buenos (los jodíos).
MAñana me peso. No me aguanto y además no me acostumbro a lo de los lunes. Me pega más al final de la semana, como una prueba superada, un capítulo leído. Afronto mejor el fin de semana y la semana. No me justifico más. Mañana me peso. Ya os contaré.

miércoles, 8 de mayo de 2013

El click

Me estoy pesando los lunes ahora. Ya llevo dos. No es por nada en especial. Es que he empezado con buen ánimo y no me importa si en el fin de semana pongo un pelín. O mejor dicho, voy a intentar no pasarme demasiado tampoco los fines de semana.
Esto es por el click. No sé por qué he hecho click. Empezar esto otra vez ha sido como arrancar una sierra eléctrica (en las pelis de miedo). Ha costado. He probado tres o cuatro veces, tres o cuatro semanas. pero al final ha arrancado bien y me encuentro con fuerzas, sin demasiada hambre, sin mucha ansiedad. Está todo en la cabeza. Qué fácil decir que está todo en la cabeza y qué difícil dejar que la cabeza te responda, o más bien te acompañe.
He dejado la coca cola light en casa. Ya no compro esos tochos de coca colas ni me bebo dos o tres al día. Me tomo una si como fuera, o si estoy en un bar y no sé qué pedirme. Eso hace que esté tomando dos o tres a la semana. En sustitución bebo mucha más agua y un tinto con casera para almorzar. La casera (gaseosa) tiene cero calorías y como después voy en tren al trabajo no pasa nada. Bueno, tampoco un tinto con casera me iba a hacer saltar los límites del control de alcoholemia pero por si acaso.

Un poco de ensaladilla como entrante y tampoco pasa tanto.
Vuelvo a mi teoría de comer sano. Vuelvo a leer al Michael Pollan y sus sencillas directrices para comer bien. Vuelvo a alegrarme de vivir en un pueblo donde comer verduras, hortalizas y fruta fresca es barato y accesible. me alegro de no vivir en California o en París donde un tomate (bueno) cuesta más de dos euros. De todas formas no le haría ascos a un viajecito a alguno de estos dos sitios... necesito unas vacaciones y las necesito ya.

lunes, 6 de mayo de 2013

Resumen semana uno (otra vez)

He perdido algo. Al principio, ya lo sabemos, se pierde así, en plan tobogán. Es un gustazo. La cosa está en mentalizarte de seguir haciéndolo bien. Y el caso es que "hacerlo bien", no es más que hacerlo normal. El caso es dejar de ser un ansioso que se come todas las porquerías que se encuentra a su paso. Ahora voy muy poco a poco pero está funcionando. Como entonces, comienzo la concienciación de atrás adelante. Desde la noche hasta el desayuno. Estoy desayunando bien, muy bien, casi normal. Pan con aceite y pavo más un zumo o un yogurt desnatado. Almuerzo algo sanete alternando mucha verdura, con algo de carne o pescado. Luego a media tarde manzana, otra cosa de fruta o nada; y por la noche casi siempre fruta (sandía) y una ensalada o un aliñito. La verdad es que con este tiempo da más punto la dieta porque yo soy muy frutero y sobre todo muy sandiero. No sé si lo he contado antes pero un verano en la playa mis primos me cantaban esta canción versionando el Cantinero de Cuba de María Dolores Pradera (muy clásicos, mis primos):

Sandiero de Cu-ba, Cu-ba, Cu-ba,
Sandiero de Cu-ba, Cu-ba, Cu-ba,
solo come sandía para olvidaaaar...

Más o menos así es el que me vende las sandías. Pero con zapatos.

Y sobre todo ando. Ando bastante. Mucho más que diez mil pasos. No lo hago en plan "voy a andar para hacer ejercicio", lo ando para ir de acá para allá: llevar a la niña al cole, hacer mandados, ir al trabajo. De eso hablaré otro día.
Estoy contento de haber vuelto. Estoy saliendo del agujerillo (creo).

jueves, 2 de mayo de 2013

Changes... otra vez.

Ah, los comentarios... Este parón de más de un mes ha estado motivado, entre otras cosas, por un comentario. Me dejó listo de papeles. Echo polvo. Tiene que ver con la anorexia, la bulimia, y esas cosas tan jodidamente complicadas con las que, en realidad, nada tiene que ver este blog. ¿De verdad tengo que explicarlo? Es posible que sí. Peso 125 kilos. Adelgazo para encontrarme mejor, porque a la larga puede afectar a mi salud. Y reivindico con todas mis fuerzas el derecho a reírme de todo esto de las dietas, de mí mismo, de los que no tenemos ese poder mutante de comernos un big mac y que no se traduzca inmediatamente en medio kilo que quemar... Por supuesto que esto fue frustrante, que fue un problema, que fue una tragedia cuando fui adolescente (y un poco después también). Pero en todo este tiempo he descubierto algunas cosas sobre la vida que quiero dejar claras:
1º Que nadie sabe nada de la vida. Y que es mejor tomar distancia de los que te dan consejos como si nada tuviera secretos para ellos.
2º Que es perfectamente posible querer y que te quieran si estás gordo (EN SERIO).
3º Que es perfectamente posible ser feliz estando gordo (EN SERIO).
Y por último, pero no menos importante, que la vida es eso que pasa mientras estás en casa flagelándote con la idea de que estás gordo y que nadie te quiere.
Y ya está. No quiero frivolizar para nada. Me tomo muy en serio las enfermedades y el comentario, ese comentario, me afectó y me hizo pensar muchísimo. Me ha hecho replantearme incluso seguir con el blog. Por eso mismo, porque no tengo nada que ver con eso, creo que debo seguir. Porque como ya dije otra vez aunque pierda peso nunca dejaré de ser este gordo (encantador, aunque esté feo que yo lo diga). Solo tengo ganas de correr un poco maldita sea, comer un poco mejor, y viajar un poco más, y leer más libros...
Por lo demás todo bien. He comido como un descerebrado pero me ha mantenido en el peso que estoy andando mucho. Llevo dos días sin tomar coca cola light y eso me hace sentir bien.
Hola a todo el mundo. Os echaba de menos, joder.

Lo que en mi pueblo llaman un "cochino blanco"