viernes, 26 de junio de 2015

Volver a empezar

Hoy me han dicho que estoy más delgado. Es curioso porque ayer me di un atracón de campeonato justo después de mi primera visita al nutricionista.
Los que me habéis leído ya sabéis que mi vida suele estar llena de paradojas como esta. En realidad, cualquier vida lo está. He ido por fin a un nutricionista convencido de que tengo que cambiar mi forma de comer. Tampoco es que considere que lo estuviera haciendo tan mal. Comiendo más o menos bien y haciendo algo de ejercicio adelgazo seguro (está visto y demostrado aquí al lado), pero necesito ir resolviendo dudas, saber más sobre esto, tener una guía para ciertas cosas.
Voy a ver si este verano podemos conseguir unificar un poco las comidas en familia, comer más organizado, más juntos, más las mismas cosas. Hasta ahora prácticamente hago una comida para mí y mi mujer y otra para las niñas. El nutricionista me ha dado un menú bastante concreto que a priori me ha estresado un poco. Tengo que buscar los ingredientes, encontrar tiempo para cocinar, superar algunas cosas que no me hacen tanta gracia (soy más de salmorejo que de gazpacho por ejemplo). Ayer se me vino todo encima. Las niñas no querían cenar lo que había, yo no sabía qué comer (el menú empezaba hoy)... y me harté por la noche de todo lo que pillé. Supongo que es una despedida aunque no me dejó nada bien de ánimo. Me tomé dos cocas lights para despedirme. Una de las cosas buenas que tiene hablar con este hombre es que me ha convencido de que la coca cola light, aunque no tiene azúcar, hace actuar a nuestro organismo como si la tuviera y a la larga resulta perjudicial para alguien con posibilidades de ser diabético como lo soy yo (por herencia genética y por peso actual). Vamos, que algo he sacado en claro. Ahora sólo falta ponerse, creérselo y disfrutarlo en la medida de lo posible.

Esta camiseta me define bien